Tan sólo pasé un viernes en este hotel, pero tengo claro que no volverá a ser mi elección en esta ciudad. La habitación que nos dieron no era la que reservamos; era incómoda, ruidosa y pedía a gritos un lavadito de cara al igual que el baño. Lo único positivo es la ubicación: céntrico y cerca de la playa y puerto. La atención del personal de recepción, muy justita.