Recepcionistas muy amables. Situado no lejos del centro de Ciudad Real. Habitación amplia (hacía esquinazo) con decoración no demasiado actual y baño reformado. Lo más negativo fue la falta de insonorización de las habitaciones que hacía que se oyera a los huéspedes de la habitación de al lado perfectamente, aún cuando no estuviesen hablando alto.
El desayuno consiste en té/café, un zumo (no natural) y unas tostadas o pieza de bollería. No es gran cosa, pero cumple, máxime teniendo en cuenta el precio de la habitación+desayuno, bastante competitivo