La foto no es igual a la habitación que me asignaron. El espacio es mínimo, sobre todo en el baño. Al usar el retrete, se movía, olía a caño y la pared me quedaba en la cara. Las dos noches que estuve ahí, la llave no abrió la puerta. El calentador tenía fuga, olía entre gas y caño. Pero eso sí, si tiras el vino en la cama, te cobran 500 Euros. La ventana da hacia un cubo con láminas que generan mucho ruido con la lluvia. El internet es bueno.