Nos alojamos en una habitación cuádruple en la 3 planta,en sí el hotel es muy bonito por dentro, es un hotel familiar pero decorado con mucho gusto, la habitación super amplia, la tele chiquitina , pero suficiente para verla un rato ,el wifi es un poco escaso, no llega a las habitaciones , pero en la cafeteria , fenomenal.
Como hizo muy buen tiempo , pasamos un rato en el porche que tienen en el frente del hotel .
El desayuno completito,muy casero, el personal en general muy amable.
Descansamos muy bien, por ser un pueblo super tranquilo y el htl super tranquilo.
Pueblo pequeñito pero con las prestaciones básicas cubiertas (centro salud, restaurantes, supermercado, kiosko)