Es bastante lioso encontrar el hotel. Llegamos que justo era la fiesta mayor del pueblo y había muchísimo ruido. En la recepción del hotel SEGLE XX, nos trataron de tal forma que daban ganas de pedir la hoja de reclamaciones. Para empezar, nos esta atendiendo una chica cuando entró un "amigo"/cliente y dejaron de atendernos para hablar con ese "amigo"/cliente sobre chorradas, lo que nos pareció una falta de respeto. A continuación nos cobraron sin darnos ningún recibo, tuvimos que reclamarlo. Pero LO PEOR fue la falta de respeto y desprecio con la que nos trataron, tanto la chica como el hombre que apareció luego, cuando tuvimos que volver para que nos explicaran de nuevo como llegar a la habitación, como si, por decirlo educadamente "tubiesemos algun tipo de retraso". Comentarios como "mmmm, no creo que nadie se haya llevado la puerta que dices no encontrar" (y no, no con entonación amigable). Además, en la reserva de la web (cito textualmente "APARCAMIENTO GRATUITO POR ORDEN DE LLEGADA", nos dijeron que eso no era verdad y nos hicieron buscarnos la vida para aparcar por ahí en la calle, en plena fiesta (una de las razones por las que escogimos este alojamiento era por el SUPUESTO APARCAMIENTO). En definitiva, una auténtica verguenza de atención.
Las habitaciones: RUIDOSÍSIMAS, no creo que se duerma mucho peor en el suelo que en la cama del sofá cama. Como cosas buenas, el pueblo tiene su encanto y la cocina estaba bastante bien equipada.