Cómo siempre,un buen hotel por la amabilidad de cada uno de los trabajadores.
Mónica,la dueña,pendiente que todo esté en su punto,y muy agradable.
La comida es exquisita, además de buena calidad,la presentación está muy cuidada.Muy variada, no repites en el bufet de nada.
Nosotros apostamos por este hotel y repetiremos, porque miman mucho los detalles y a los clientes.
Muy bien ubicado cerca de la playa y en el mismo centro.