El hotel tiene muy buenas instalaciones, esta muy bien ubicado, cerca del castillo y a 1 minuto de la playa, estuvimos en una magnifica habitación de la primera planta con una terraza maravillosa con tumbonas, mesa y dos sillas, el baño con ducha y bañera.
Hasta ahí todo fenomenal.
Pero en cuanto entras a la zona del comedor parece que te hayas transportado a el peor hotel que puedas imaginar, los platos negros de lo desgastados que están, los tableros de las mesas todas picadas, y de la comida solo se salva el desayuno.
Comida de muy baja calidad. Procedente de productos congelados y muchas de las veces reutilizados.
El hotel un 10 pero sin comidas.