Hemos ido muchas veces al hotel pero esta vez nos sorprendió lo quedado que estaba, la atención no fue muy buena, estaban trabajando en mantenimiento y nos despertaron temprano con el rasqueteo en la ventana y reja, cero consideración, cuando preguntamos por las bicis para pasear nos dijeron que estaban todas en mantenimiento. Las piscinas tanto afuera cómo adentro muy sucias, no tenían mantenimiento teníamos que andar los huéspedes sacando con la red los bichos y hojas. Por último la decoración. De la habitación 119 muy rara...
Lo unico rescatable y 10 puntos como siempre es el Restaurant Asafran, tanto en el desayuno cómo en el almuerzo y cena, muy rico y en cuenta...aparte el personal del restaurant bien de bien, son los que le ponían onda al hotel.