El Museo Canadiense de la Agricultura y la Comida es en realidad una granja que aún funciona, ubicada en el corazón de la ciudad. Sumérgete en la vida del campo y descubre por qué Canadá es un país orgulloso de su patrimonio agrícola.
El museo es una celebración integral de la cultura, la ciencia y la tecnología aplicadas a la vida del campo. A tus niños les encantará convivir con los animales que viven en la granja, especialmente si están más acostumbrados a la vida urbana que al entorno rural. Conoce a los caballos canadienses Clydesdales, y a los bovinos raza Hereford. Interactúen con cerdos, cabras, borregos, alpacas y conejos. Programa tu visita para ver una de las sesiones de ordeña que se llevan a cabo dos veces al día. A tus niños también les fascinará subirse a una carreta tirada por caballos y la oportunidad de subirse a la cabina de un tractor.
Participa en demostraciones interactivas en el Learning Centre (Centro de Aprendizaje) y explora las exhibiciones permanentes y temporales. Las exhibiciones son sorprendentemente diversas y cubren temas de todo tipo, desde el papel de las mujeres en el campo canadiense hasta las nuevas tecnologías de trillado y cosecha. Aprende cómo cuidar a los conejos, sacar provecho de los gusanos que viven en tu jardín y criar abejas.
Descubre nuevas formas de hacer pan, mantequilla y helado. Estos métodos quizá sean nuevos para ti, pero las mujeres canadienses los han practicado por muchos años y lo siguen haciendo. Toma nota de algunas recetas caseras típicas de Canadá, como el pan de miel de maple, los muffins de calabaza y la tarta de manzana.
En el Energy Park, conoce los esfuerzos que Canadá está haciendo en la obtención de energía renovable para convertirse en una "ciudad más verde". El museo cuenta con un patio de juegos para bebés y niños pequeños, además de zonas al aire libre por si quieres organizar un día de campo.
El Museo Canadiense de la Agricultura y la Comida abre todos los días, excepto los lunes. Hay un costo de admisión, aunque los niños menores de tres años entran gratis. El museo se ubica cerca del lago Dows y es fácil llegar aquí en transporte público. Hay estacionamiento de paga disponible y espacios para dejar tu bicicleta en el recinto. Organiza un día de campo y disfrútalo al aire libre o bajo uno de los techos disponibles. Recuerda traer tu propio almuerzo, porque no venden comida en el museo, solo hay algunas máquinas expendedoras.
