Ubicada a 150 kilómetros (93 millas) al sudeste de Bangkok, durante mucho tiempo fue concebida como la pícara hermana menor de la capital de Tailandia. Los salones de masajes, los bares de tipo go-go y las discotecas, abiertas hasta entrada la madrugada, han sido el atractivo principal desde la década de 1960, cuando los soldados estadounidenses ubicados en Vietnam visitaban este lugar para relajarse. No se puede negar que esta cultura nocturna es, todavía, gran parte del estilo de vida de Pattaya, ¡y podrás comprobarlo con un paseo por Walking Street al anochecer! Sin embargo, debido a los recientes intentos de las autoridades por hacer de esta ciudad un destino turístico más completo, este lugar ha desarrollado un aspecto más sofisticado.
Bendecida con una sucesión de playas maravillosas y curvilíneas, la ciudad ofrece múltiples oportunidades para los turistas que desean relajarse y disfrutar del mar. No pierdas de vista tu lugar, en el mar de camastros de Pattaya Beach. Una vez que te hayas relajado lo suficiente, renta un jet-ski, disfruta de la vista con un tour en paracaídas o reserva un lugar para bucear o hacer snorkeling en la cercana isla de Koh Larn. O, si prefieres, puedes descansar con un buen libro en una de las playas de arena más serenas. Dongtan Beach y Crescent Moon son playas paradisíacas, donde podrás escapar de las multitudes y de los vendedores ambulantes.
Súbete a un elefante para disfrutar de un safari por la selva, en la reserva Pattaya Elephant Sanctuary, un centro ecológico con enfoque en la educación y la rehabilitación. No te puedes perder el espectacular Santuario de la Verdad, un complejo de madera tallada a mano, que integra el simbolismo de las cuatro religiones principales de Asia utilizando técnicas tailandesas tradicionales y artesanales. Si buscas souvenirs, da un paseo por el mercado flotante de Pattaya, donde encontrarás artesanías y productos culinarios de cada una de las cuatro regiones principales de Tailandia.
El tránsito puede ser caótico y puede ser intimidante para aquellos que visitan la región por primera vez. Los conductores seguros de sí mismos pueden rentar un auto, jeep o una motoneta para desplazarse por el lugar. Los que prefieran, también pueden tomar uno de los songthaew, o ‘Baht Buses’, que tienen varias rutas fijas por la ciudad. Los precios son los mismos para los habitantes del lugar que para los turistas, y debido a la gran cantidad que hay, la espera nunca es muy larga. En las calles, también encontrarás varios taxis y mototaxis. Por ello, podrás circular muy fácilmente por la ciudad.