La posada está muy descuidada, tiene humedad por todos lados, nuestro cuarto era pequeño, el techo tenia humedad, una pared tenia unas manchas negras, no había lugar para apoyar al menos la valija o nuestras cosas. Solo había 2 muebles, eran viejos y estaban descuidados, estaban llenos de hormigas, no podías dejar nada sobre ellos o dentro de ellos. Antihigienico dejar tu cepillo en el baño y luego encontrarlo lleno de hormigas sobre él. El espejo del baño era viejo tenia 2 manchas negras en el medio que no sabíamos qué era. El cambio de sábanas no era ni cada 2 ni cada 3 días, lo teníamos que pedir nosotros y así y todo cambiaban una sábana y la otra la dejaban igual.
La ubicación es buena, el desayuno era abundante, la buena onda de Felipe y de Vera que eran los dueños, pero no basta todo esto para poder cumplir con lo que uno está pagando. No vale lo que cuesta esta posada. Incluso fueron muy amables los dueños durante nuestra estadía pero el último día cuando nos íbamos ninguno de los dos estuvieron presentes como para al menos devolverles la llave de la habitación, tuvimos que dejarla en un lugar y avisarles por mensaje a ellos dónde estaba, mensaje que jamas fue respondido.