Salían cucarachas de los muebles y sobre las cobijas, la tina con suciedad que al contacto con el agua escurría por los laterales, las alfombras estaban sin aspirar, el sillón estaba con manchas de fluidos, el cuarto tenía aroma a humedad después de prender el calentón, la taza del baño contaba con residuos de orina cuando se ingresó al cuarto, el horno de micro ondas no contaba con base de cristal, las sábanas y almohadas con evidencias de suciedad.
Llegamos a la habitación cerca de media noche y por contar con los niños dormidos ya no quisimos pedir cambio de suit; no descansamos y estuvimos con total desconfianza de seguridad e higiene.