Desde el momento en que llegamos al Hostal Tongo Reef, supe que nuestra estadía en San Cristóbal sería excepcional. Viajé con mi hermana y mi sobrina, y todas nos sentimos instantáneamente acogidos por la calidez de los propietarios, que nos trataron más como miembros de su propia familia que como huéspedes.
El hostal está ubicado en una posición privilegiada, a pocos pasos de una playa encantadora habitada por leones marinos y sus adorables crías. La cercanía a esta maravilla natural añadió un toque mágico a nuestra estadía.
Las habitaciones del Tongo Reef son un verdadero refugio de tranquilidad y limpieza. Cada rincón del lugar refleja el esmero y la dedicación de sus dueños por mantener un ambiente pulcro y acogedor. Además, el wifi funcionó a la perfección durante toda nuestra visita, lo cual fue esencial para compartir nuestras experiencias con amigos y familiares.
Pero lo que realmente distingue a este hostal son sus espectaculares desayunos. Cada mañana, nos deleitamos con platos locales exquisitamente preparados, llenos de sabor y amor. Fue una verdadera inmersión en la cultura gastronómica de Galápagos.
Además, los propietarios fueron increíblemente serviciales al ofrecernos recomendaciones para explorar San Cristóbal e incluso otras islas en Galápagos. Sus consejos enriquecieron enormemente nuestra aventura en las islas.
En resumen, el Hostal Tongo Reef no es solo un lugar para alojarse; es un hogar lejos de casa.
