Buena experiencia de fin de semana rural para desconectar. El hotel está limpísimo y tiene muy buen servicio, excelente. Desayuno excelente (la bollería casera increíble). Fuimos pensando en utilizar el servicio spa, pero nos lo encontramos cerrado (lo cierran en verano). Por decir algo a mejorar, la insonorización de las habitaciones, las almohadas (o muy baja o muy alta y dura) y la ventilacion de las habitaciones, algunas, porque con tanta madera (en bigas y tarima) y en meses de calor (sin humedad), no se concilia el sueño.