Un hotel de 5* no debería tener ningún pero, y éste los tiene. Está en medio de la nada, lo cual no es malo pero cuando tienes media pensión (o pensión completa) y tienes que pagar 5'70€ por una (sí, una) botella de agua de 750ml para comer porque las bebidas no están incluidas, estás pagando el sobrecoste de la obra del mega complejo hotelero (precioso eso sí).
Una botella de agua de 25cl, 4'50€. Un café 3'50€, un botellín de cerveza de 25cl , 4'50€, una copa de vino 6€... Y suma y sigue. Has pagado por un hotel caro, lejos de todo y que cuando llegas, tienes que seguir pagando.
Las habitaciones son muy amplias pero mal iluminadas y con un sistema de luces muy complicado. El personal es muy simpático pero son demasiado torpes (cada día, estuviera dónde estuviera, mínimo una copa o botella se caía).
Por el precio del hotel, buscaría otro sin dudarlo.