Monterrey, la capital del estado de Nuevo León, es una ciudad distinta a otras ciudades mexicanas más tradicionales. Esta floreciente ciudad es un núcleo para empresas innovadoras e instituciones educativas de vanguardia. Monterrey también cuenta con muchas atracciones culturales que revelan la pasión de sus habitantes por el arte, la música y el diseño contemporáneos.
Ubicada en medio de las montañas de la Sierra Madre Oriental, Monterrey es una ciudad maravillosa. Conoce un poco de su paisaje en el parque ecológico Chipinque, la parte más accesible del Parque Nacional Cumbres. En estas montañas existe un sistema de cuevas, las Grutas de García, las cuales se formaron hace 50 o 60 millones de años.
Ubicada cerca de la frontera con los EE.UU., Monterrey solía ser un importante lugar de tránsito para los estadounidenses de camino al sur. Sin embargo, a pesar de toda su belleza y sus amables habitantes, Monterrey se hizo de una mala reputación debido a la violencia relacionada con el crimen organizado. Desde 2013, la situación ha mejorado de manera considerable, y hoy verás a más policías patrullando sus calles. Sin embargo, siempre es recomendable que tengas cuidado, especialmente de noche. Lo más recomendable es contratar a un guía si deseas explorar la ciudad.
Permanece en la bien vigilada y exclusiva zona de San Pedro, donde puedes visitar el Centro Cultural Alfa. Se trata de un museo de ciencias interactivo con jardines y un planetario. San Pedro también es conocido por sus centros comerciales y bares, así que vete de compras y aprovecha para probar unos deliciosos tacos.
Recorre el Parque Fundidora con su pista de patinaje, pista de carreras, parque temático y galería. Su Museo del Acero y una antigua siderúrgica son todo lo que queda del parque industrial que había aquí. Cerca de aquí está la Zona Rosa, el distrito de entretenimiento, y el Barrio Antiguo, con su monumental Basílica de Guadalupe.
Monterrey, en la zona norte de México, está bien comunicado con los Estados Unidos y con el resto del país, ya sea por avión, tren o carretera. Los veranos pueden ser muy calurosos, por lo que la mayoría de los visitantes prefieren venir durante el otoño y la primavera. Entre los visitantes más frecuentes de la ciudad, están los senderistas que se dirigen a escalar las cuatro cumbres del Cerro de la Silla, la montaña que se ha convertido en símbolo de la ciudad.