La ubicación es perfecta, justo por donde pasa el camino de Santiago y frente a la Oficina de turismo. La calle es tranquila y permite un descanso muy agradable. La habitación es moderna, muy limpia y cómoda, y fuera dispone de cocina y lavadora. La chica que nos recibió fue muy atenta y nos acompañó a la habitación y al almacén donde nos habían enviado las maletas, justo debajo. No tiene televisión, pero tampoco es imprescindible para descansar. Sí dispone de Wi-Fi. Hemos estado muy a gusto y recomendamos.