Cruza el río Guadalquivir por el Puente de Triana para recorrer las calles estrechas, los patios, las iglesias, los bares de tapas y las tiendas de cerámica de Triana. La antigua zona solía ser el centro de la comunidad romaní (gitana) de Sevilla, ya que muchos cantantes y bailarines de flamenco, toreros y artistas de renombre nacieron aquí.
Al salir del puente, verás el Mercado de Triana, que tiene 150 años de antigüedad. Es el sitio adecuado para comprar productos frescos y especialidades locales. Cerca se encuentra la Plaza del Altozano, donde hay una estatua de la famosa cantante de flamenco Pastora Pavón.
Visita algunos de los antiguos edificios y monumentos de Triana para descubrir más de su historia. Recorre la Plaza de la Virgen de la Milagrosa para ver una estatua de Rodrigo de Triana, el primer europeo en ver América desde los vikingos.
Contempla las obras de arte religioso que adornan las paredes de la iglesia parroquial más antigua de Sevilla, Santa Ana, que data del siglo XIII. Según la tradición, los niños bautizados aquí serán bendecidos con el don del flamenco. Busca los pocos corrales que quedan. Son hogares comunales romaníes, que se construían alrededor de los patios.
Triana tiene una larga tradición de la cerámica. Muchos de los azulejos que decoran las iglesias y las casas de Sevilla se fabricaron aquí. Compra ollas, jarrones y platos en Cerámica Santa Ana, una tienda dentro de una antigua fábrica de cerámica. La colorida fachada con azulejos es un sitio popular de Triana.
La zona también tiene muchas opciones para ofrecer por la noche. El punto focal es la Calle Betis, una calle frente al río llena de bares de tapas, restaurantes y clubes. Cena en una terraza al aire libre y disfruta de las vistas de la Torre del Oro y la plaza de toros frente al río. Mira un espectáculo de flamenco o únete al baile en uno de los clubes de la ciudad.
Triana está situada en la orilla oeste del río Guadalquivir. La forma más fácil de llegar al centro histórico es por el Puente de Triana, también conocido como el Puente de Isabel II. No se recomienda desplazarse en auto por Triana. Todas las principales atracciones de la zona se encuentran a poca distancia entre sí.