Vuelos baratos a Benín desde $223

El mejor momento para ir a Benin

Al oeste del continente africano se encuentra esta previa colonia francesa denominada Benín. Si estás pensando en vuelos a Benín, el mejor momento para llegar es durante la época seca, de diciembre al mes de abril. Con ríos, montañas y hasta mar al sur, disfruta de aventuras y senderismo. Visita típica sabana africana hacia el norte, donde con un clima subsahariano todavía en diciembre y febrero te pueden acobardar los vientos cálidos y secos del Sáhara Harmattan. En este pequeño país tiene todos los climas para que decidas armar unas vacaciones a tu medida.

Temporada Alta

Entre diciembre y marzo llegan más visitas a Benín a disfrutar de sus playas sobre el océano Atlántico. Con 250 km de costa, una de los balnearios más visitados en La Crique. Otro lugar a conocer es Ouidah, desde donde salían en piraguas los esclavos, de forma clandestina cuando ya se había abolido la esclavitud. Una ciudad que parece dirigirse al abandono, si bien no es así, sorprende con la puerta del No retorno frente al mar, en honor a todos los que fueron llevados para trabajar como esclavos. Visita el templo Pitón, y allí podrás ver vestigios de alguna celebración vudú, la religión del lugar.

Temporada Media

En temporada de primavera y verano con viajes a Benín puedes acercarte al pueblo de Ganvie, denominado Venecia de Benino porque está en una laguna con calles de agua. Para conocer este lugar no encontrarás un gondolero pero sí podrás alquilar una tradicional piragua. Otro lugar que no debes dejar de conocer es el parque nacional Penjari. Este parque atrae miles de turistas por su rica fauna: antílopes, elefantes, hipopótamos, y monos, el principal atractivo es el león africano del oeste. Se cree que es la mayor población de leones del mundo entero.

Temporada Baja

Arriba en el Aeropuerto de Cadjehouon (COO) con vuelos baratos a Benín. En este destino entre África y Océano Índico, puedes venir a conocer alguna de sus ciudades. En el avión aterrizarás en Cotonou, la mayor ciudad si bien no es su capital. Desde allí podrás llegar hasta las Abomey, ciudad nombrada Patrimonio de la humanidad por la Unesco. Los palacios reales de Aboney, construidos en el siglo XVII por el desaparecido pueblo Fon. Cada palacio tiene una arquitectura única y particular, y el uso del espacio y materiales es para destacar en esta belleza.