Venga a visitar Sintra, una tierra de múltiples encantos, llena de historia y leyendas, donde abunda la naturaleza exuberante y la arquitectura de los cuentos de hadas. Sintra, de los románticos, de los poetas y pintores, de los reyes y aristócratas, y de paisajes sin aliento donde las cimas de las colinas invitan a disfrutar de sus magníficas vistas.
De camino a Sintra, conoceremos la costa de Estoril y el hermoso pueblo aristocrático de Cascais.

En nuestro camino de Lisboa a Sintra, disfrutamos del paisaje junto a las aguas del río Tajo, conociendo Estoril y la hermosa Cascais, un pueblo aristocrático donde la Familia Real solía pasar el verano. Caminamos por las típicas calles del pueblo y vemos sus playas y su hermosa bahía y luego visitamos la fortificación de la Cidadela de Cascais. Siguiendo la escarpada costa atlántica hasta Guincho, nos topamos con un paisaje de rara belleza, con excelentes vistas de las colinas de Sintra, las playas y las dunas de arena que invaden la carretera. Es aquí donde nos topamos con la conocida playa de surf de Guincho.

La Serra de Sintra es una cadena de colinas que comienzan en el este en el sitio del pueblo del mismo nombre, donde destaca la silueta del Palacio de la Pena en lo alto de las colinas, que también alberga numerosas mansiones y el castillo morisco, antes de terminar hacia el oeste en los acantilados de Cabo da Roca.

A continuación, dejando atrás la playa de Guincho, cruzamos el Parque Natural de Sintra-Cascais y terminamos en el mítico Cabo da Roca, el punto más occidental de la Europa continental.
Después de una pausa para comer en un restaurante local, cuyo menú se puede elegir durante el viaje, continuamos hacia Sintra en busca de su belleza e historia.

Al llegar al pueblo, primero admiraremos el hermoso y exuberante paisaje que rodea el centro medieval desde un mirador privilegiado. Luego visitamos el centro histórico para descubrir sus calles medievales y el Palacio Nacional de Vila. También degustamos su pastelería típica llamada «queijada»

El Palacio da Pena es un monumento de gran importancia arquitectónica, rodeado de un hermoso paisaje, con estrechos vínculos con la vida de los últimos monarcas portugueses. El Palacio es uno de los grandes símbolos del romanticismo en Portugal. En este recorrido, reservamos 2 horas para visitar este monumento.