El túmulo Kościuszko en Cracovia, uno de los cinco túmulos ubicados en Cracovia, fue erigido en honor a Tadeusz Kościuszko, un gran patriota y líder del levantamiento nacional.

Este imponente monasterio, fundado en el siglo XII y fortificado como un castillo, fue destruido y reconstruido varias veces. Aquí se encuentran también las tradiciones más importantes de Cracovia: el lunes después de Pascua se celebra aquí la fiesta anual de Emaús. De ahí que cada mes de junio tenga lugar la procesión de Lajkonik, el símbolo más importante de Cracovia.

La colina de piedra caliza que se alza sobre el río Vístula es el antiguo centro de poder legendario (relacionado con el mítico fundador de Cracovia y sus descendientes) e histórico: principesco, episcopal y real. Wawel es un complejo de castillos y edificios sagrados, un símbolo de la ciudad, pero sobre todo un museo que exhibe los monumentos más valiosos de la cultura material polaca. Si se observa con atención, también se puede observar la silueta del famoso dragón de Wawel, que escupe fuego hacia los espectadores.

Desde el nivel del río se puede apreciar perfectamente la forma original y moderna del edificio que alberga el museo de arte y tecnología. La línea ondulada de su tejado hace referencia directa a las olas del río Vístula.

La iglesia barroca de San Miguel Arcángel y San Estanislao en Skałka se alza sobre los bulevares, directamente a orillas del río Vístula, sobre una pequeña colina de caliza blanca del Jurásico. La basílica es también un panteón nacional (aquí están enterrados numerosos pintores, músicos y poetas ilustres) y una biblioteca con documentos, libros e incunables de valor incalculable.

La antigua plaza de la Concordia, situada en el barrio de Podgórze, que en 1941 se convirtió en el gueto de Cracovia, fue designada durante la ocupación nazi como "Umschlagplatz", lugar donde se congregaban los judíos para ser deportados. Justo al lado de la plaza se encuentran lugares simbólicos de aquella época: la Farmacia del Águila (que servía de asilo, ofrecía refugio durante las deportaciones y repartía mensajes y paquetes dentro y fuera del gueto) y la Fábrica de Esmaltes (que empleaba a los judíos residentes en Cracovia).

En el interior del barrio de Podgórze de Cracovia se encuentra una zona poco desarrollada, ondulada y casi salvaje que esconde una historia siniestra. Aquí, en el terreno de un antiguo cementerio, los nazis instalaron durante la guerra uno de sus numerosos campos de exterminio para los habitantes judíos de Cracovia y sus alrededores: el «Konzentrationslager Plaszow bei Krakau». A diferencia del bien conservado Auschwitz, hoy en día aquí no encontrará barracones ni estructuras de ferrocarril. Solo un ojo entrenado y los conocimientos de un guía le permitirán recrear el carácter de este lugar y conocer el destino de sus prisioneros. En esta zona también se rodó la película «La lista de Schindler».