Izola es un pequeño pueblo pesquero esloveno con alma artística. Solía ser, como otras ciudades costeras, una isla que poco a poco se fue fusionando con la tierra. La ciudad ha albergado astilleros, una gran fábrica de juguetes y una gran fábrica de conservas de pescado.
Conozca la rica historia de Izola y las numerosas historias interesantes que se han acumulado a lo largo del tiempo. Dé un paseo por el paseo marítimo, donde verá el pequeño puerto y el muelle pesquero, la plaza Manzioli, el ornamentado palacio de Manzioli y el palacio de Besenghi.
Camina por la calle Ljubljanska, la calle más animada del centro de Izola. Es especialmente popular entre los rastreadores de bares locales. Visita una de las innumerables galerías y talleres de artesanía que hay aquí y admira el arte local.