Descubra uno de los pueblos más extraordinarios del sur de los Países Bajos.
Comenzará en la estación de tren más común, pero al pasar esta ruta visitará lugares con vistas inolvidables y podrá observar la fascinante arquitectura de los edificios históricos. Al comienzo del recorrido, visitará la maravillosa iglesia de Agatha. Este es el punto más alto del pueblo, frente al cual hay una magnífica estatua del Sagrado Corazón.
Continúe su viaje caminando por el corazón de St. Louis: Grote Cour. Anteriormente, era solo un enorme patio de recreo donde era imposible esconderse del ruido, pero ahora, al estar aquí, puedes disfrutar de la excepcional arquitectura de los edificios y de la inconmensurable tranquilidad de este lugar. Una vez aquí, sentirá la atmósfera especial de este lugar.
No olvides que en este pueblo inusual, incluso los edificios poco llamativos pueden esconder algo especial detrás de ellos. Por ejemplo, el edificio que solía ser la panadería del internado es ahora la entrada al arboreto del jardín botánico, donde se pueden estudiar especies de plantas atípicas.
Y, por supuesto, no te perderás un lugar como la Basílica de Oudenbosch, que será la última atracción de tu recorrido. Allí puede estar solo con sus pensamientos, admirando la decoración interior.