Visitar Lisboa ya es una aventura, ahora imagina recorrer la ciudad pedaleando y comiendo. Comience con una degustación del famoso pastel de nata (tarta de crema) en una de las pastelerías más antiguas de la ciudad.
Apaga tu sed con una cerveza portuguesa en un espectacular mirador con vistas al río Tajo. Pruebe el tradicional pastel de bacalhau (masa de bacalao), junto con la ginginha de Óbidos (licor de cerezas ácidas).
Conozca los alimentos que los residentes de aquí comen todos los días, descubra la historia de la cocina portuguesa y queme algunas calorías mientras anda en bicicleta con los lugareños.