Te espera un día lleno de coloridos paisajes en la naturaleza y pintorescos pueblos en los maravillosos Pirineos. Los mercados callejeros, con siglos de antigüedad, están repletos de delicias locales, y las impresionantes vistas de las montañas que los rodean brindan la escapada perfecta del bullicio de Barcelona.

LaLa primera parada es la ciudad medieval de Vic; tu visita a este encantador lugar coincide con los días de mercado tradicional temático que se han llevado a cabo por más de 1,000 años. Escucha al guía que te brinda información detallada acerca de este pueblo y comparte consejos sobre los monumentos, los restaurantes tradicionales y los lugares para explorar que no te puedes perder.

Al subir a las montañas, haz una parada en el pequeño pueblo de Queralbs, con solo 200 residentes permanentes. Encumbrada en la montaña, en el punto más alto al que se puede llegar en auto, se encuentra esta pintoresca ciudad cubierta con casas tradicionales hechas de piedra. Según la leyenda local, su iglesia de San Sadurní fue construida con piedras perfectamente talladas, cortadas por hadas y brujas.

Desde aquí, un tren te llevará todavía más alto hasta la elevación máxima de los Pirineos a 1,964 metros (6,443 ft). Si esto no te ha robado el aliento, el encantador valle montañoso en Valle de Núria seguro lo hará. Realiza una caminata para admirar más de cerca las plantas y los animales autóctonos que habitan en este valle antes de regresar a Barcelona.