Una vez dentro del jardín de Kolymbethra, una joya poco común que conserva los colores, sabores y olores de nuestra tierra, donde la naturaleza se fusiona con la historia, podrá disfrutar de un paseo por su cuenta a través de sus hallazgos arqueológicos y sus hipogeos, excavados hace 2500 años. En el área de pícnic encontrará su cesta con lo necesario para poner la mesa y degustar la comida que tradiciones únicas y manos expertas han preparado para usted: focaccia con pesto de mortadela, burrata y pistacho; rizzuola con salsa boloñesa; ensalada mixta; fruta de temporada; cannolo con crema de ricota; agua y una botella de vino.
A la sombra de un laurel milenario podrás disfrutar del relax y la paz que solo en este lugar puedes encontrar acompañados del delicado sonido del agua que fluye constantemente de fondo.