Es muy ruidoso, tanto por la mañana como por la noche.
Las amenities son de bote de supermercado (ideal para un hotel de 5 estrellas), al igual que las cápsulas de café. Te ponen una cafetera Nespresso en la habitación con cápsulas de café de la misma marca que los botes de gel y champú. Además no te dan nada más, ni cepillo ni peine ni bastoncillos, NADA.
La puerta del baño es de papel. Es corredera y no tienes intimidad ninguna. Es como tener una cortina como puerta del baño. Imagina.
Sólo tienen un restaurante. Tipo buffet. La comida se repite hasta el infinito. A los 2 días de comer allí ya has probado todo lo que tienen que ofrecerte en el tiempo que estés allí. Un suplicio. Cuando llegas al restaurante ves un montón de mesas, la que no está ocupada, como es normal, está sucia y sin preparar. Ves a un montón de camareros corriendo de aquí para allá y aún así no hay mesas libres. Y cuando tienes la suerte de sentarte empieza a rezar para que te atiendan y te pongan un poco de agua para que no se te haga bola.
Tuve la mala experiencia de pedirle a un camarero joven que me preparase una mesa. Y me respondió con largas y malos modos. Al rato, cuando me la estaba preparando le comenté que no eran formas de tratar con los clientes. Al rato se me presenta en la mesa una señora pidiéndome explicaciones sobre lo que había ocurrido. No sé quién tenía peores modos, el joven camarero o ella. Triste.
En definitiva, al menos le sobran 2 estrellas a este hotel. No volveré.