Lo mejor del hotel es la ubicación y lo peor la calidad general de la habitación, la moqueta se veía vieja, el papel de la pared también transmite sensación de viejo, el armario viejo, solo había dos enchufes para cargar móviles (y uno de ellos ocupado por la TV. El deb baño era muy grande para nuestros cargadores). El baño en línea con lo demás (sin cortinas, el secador no funcionaba bien y el gel apareció al 3º día). El wifi es malo, a veces no funciona y tiene un portal cautivo que te obliga a ver un anuncio de vez en cuando para poder usarlo.
Nos tocó una habitación que daba a un patio interior, que en general es muy tranquilo y no llegan ruidos de la calle (aunque a veces te tocaba oír la TV de un vecino)
La limpieza no era mala, pero tampoco brillante, lo mínimo. Al llegar nos encontramos un mosquito seco muerto pegado en la pared (con la marca del crimen) y en los 5 días que estuvimos no tiraron dos papelitos de caramelos que me comí y dejé en la mesilla de noche.
Compensa si sale a buen precio y el huésped no es remilgado.