Precioso hotelito rural (en un antiguo pazo gallego) en pleno centro de la denominación de origen del vino ORibeiro. La habitación excelente, cama muy cómoda y baño impecable. Nos dieron la habitación con terraza, con vistas espectaculares al pequeño pueblo de Esposende, una pasada!! En el desayuno nos quedamos sin palabras... riquisimo!!! El zumo, café, tostadas, bizcocho ... todo espectacular!! Espero que me disculpe la chica que nos atendió en el desayuno por no saber su nombre... es un encanto, muy amable, buena consejera y siempre atenta. A nuestra llegada nos recibió Cándido, y muy amablemente nos ayudo a instalarnos y nos recomendó lo mejor de la zona a nivel gastronómico y turístico. Nuestra estancia ha sido maravillosa, muy agradecidos a todo el equipo!! Sin lugar a duda repetiremos!!