Nuestra estancia en el hotel ha sido muy agradable y satisfactoria. Sin duda, volveríamos a repetir. La relación calidad - precio es excelente.
El personal del hotel es muy atento y se muestra siempre dispuesto a ayudar al cliente. Tuvimos un problema con la mampara de la ducha el primer día, y el segundo día nos cambiaron de habitación sin poner problema alguno. Incluso la nueva habitación nos pareció mejor que la anterior, y eso que la primera (sin contar el problema de la mampara) estaba muy bien.
El tamaño de la habitación cuádruple es grande, comparado con otros hoteles. El hotel es muy silencioso y te permite descansar perfectamente. Las camas eran muy cómodas y todos los días nos limpiaban la habitación.
El comedor aunque no era demasiado grande, tenía gran variedad de productos para desayunar y todo de buena calidad, tanto lo salado como lo dulce. Además en cuanto algo se acababa, lo reponían de inmediato.
La situación del hotel nos pareció perfecta para desplazarse a cualquier punto de la ciudad. Está muy cerca de la Piazza dell'Indipendenza y con los buses 492 y 75 vistamos prácticamente los puntos y monumentos más importantes de Roma. Además pasan con bastante frecuencia. Nunca nos llegamos a esperar más de 10 minutos en la parada de bus.
Cabe destacar su proximidad a Termini, bien para coger el metro o bien para coger el bus a cualquiera de los aeropuertos de Roma.