El servicio de limpieza de habitaciones deja mucho que desear, barren así por encima y yauu... y las camas tampoco las hacen muy bien. No sabia porque el aire se encendía y se apagaba solo y el mando estaba de adorno, hasta que descubrí el tercer día de estar allí que se apagaba cuando abrías la puerta de la terraza, y cuando la cerrabas, se volvía a encender, y todo porque tiene un pequeño sensor en la puerta del balcón. Podrían habérmelo dicho en recepción, y no me hubiera vuelto loco para llegar a esa conclusión... otro inconveniente es la piscina, que es de agua salada, supongo que será porque cogen el agua del mar dado a los pocos metros que se encuentra el mar.Por lo demás muy bien todo. Por las noches puedes descansar sin problemas de ruidos de fiesta ni de borrachos/as armando jaleo, como por otras zonas de Ibiza. Y por el precio que tiene yo volvería a alojarme aquí.