Es una habitación doble convertida a triple, el espacio es escaso, hay un armario para una persona de unos 40 o 50 cm. de ancho, y con un baño completo pero pequeño, dos personas dentro se molestan. Otro gran inconveniente es que la ventana que tiene da a un patio de luces con multitud de aires acondicionados y a la parte trasera de un restaurante con el consiguiente ruido de manejo de platos, bastante ruidoso tener la ventana abierta. Cosas a favor, la limpieza, las camas y las sabanas están bastante bien, el desayuno aceptable. Sobre la ubicación, a pocos metros de la estación Termini, esta bien comunicada con el metro, autobús y tranvía, pero el ambiente un poco "rarito", puestos ambulantes de venta, con muchas personas de diferentes nacionalidades.