El hotel, que está muy bien, nuevo, moderno y bien situado, tiene el grandisimo inconveniente de que si se llena no avisa a sus clientes sino que directamente y sin previo aviso les traslada a un hotel de la misma cadena pero.... de los años 60. Esto en España se llama estafa. Y no, no es una caso aislado. Ellos insisten en que es una práctica habitual y que en realidad el arquitecto, la calidad y los servicios son los mismos. Si tienes la suerte de alojarte de verdad en el Marco Polo, perfecto, pero nunca lo sabrás hasta que no llegues a Verona