Raglan

Pasea por el pequeño aunque vibrante centro de Raglan con su ambiente relajado, exitosa escena musical y muestras de arte, y te convencerás del atractivo de este alguna vez tranquilo pueblo. Las olas aquí son legendarias y son reconocidas por su alta calidad y su increíble consistencia. Los lugareños cerrarán con gusto sus tiendas si escuchan que se ha visto la ola perfecta.Grandes olas provenientes del Mar de Tasmania dan vuelta por el cabo y rompen en una serie de olas que parece interminable. Es todo un espectáculo, así que vale la pena manejar diez minutos desde el centro para verlo. Estaciónate en Manu Bay, el primero de los tres miradores, y disfruta del espectáculo de surfistas expertos de todas las edades mostrando sus trucos. A menos que seas un sufista experto, te recomendamos que evites meterte a las olas en Raglan. Fuertes resacas, rocas afiladas y una multitud de surfistas podrían darte una vivencia poco agradable. Puedes reservar tu lugar para tomar una lección en una de las escuelas de surf en la Playa Ngarunui, que es más segura.Raglan por sí misma atrae a toda una gama de artistas, músicos y “lifestylers”, que vienen para escapar de la ciudad. Puedes pasar toda una tarde recorriendo las galerías y tomando una bebida en uno de los cafés. El segundo domingo de cada mes, el Old School Arts Centre cobra vida con los agricultores de toda la región y sus productos. Prueba quesos locales, chutneys caseros y frescos productos agrícolas, o bien, solo mira a la gente pasar.Renta un kayak o una tabla de surf de remo y explora el puerto durante la marea alta. Como alternativa, vete a montar a caballo en las playas de arena negra de la costa oeste o renta una bicicleta de montaña.Los operadores locales de visitas guiadas te ofrecen paseos al campo con sus empinadas montañas, densos bosques, ríos caudalosos y playas desiertas.Raglan está a 45 minutos en coche al oeste de Hamilton, en la Isla Norte de Nueva Zelanda. Hay autobuses que varias veces al día van de Hamilton a Raglan. Sin embargo, es mejor rentar un vehículo si quieres explorar los alrededores.