Había reservado este hotel por el gimnasio, pero estaba cerrado por la pandemia. Al día siguiente, en el desayuno, la persona de seguridad estaba apoyando como mesero y lo hizo FATAL. Servía desayunos a personas que llegaban después que nosotros, no entregaba cubiertos y la comida estaba terrible.
Sin embargo, al día siguiente, el mesero que nos atendió lo hizo de manera EXCEPCIONAL y los chilaquiles estaban DELICIOSOS.
Tuve un problema con la caja de seguridad y lo arreglaron muy rápido.
Otro punto negativo es que no dan agua. Pero lo positivo supera a lo negativo. Sí regresaríamos