Descubierta en 1952, la cueva en sí se encuentra a 200 pies (70 m) por debajo del paisaje de piedra caliza de Burren. Equipado con un casco y en manos de un guía experimentado y experto, emprenderá el viaje a través de un intrincado sistema de pasajes y caminos, y aprenderá sobre la marcha cómo se formó la Cueva. Es una experiencia impresionante, e inmediatamente sentirás la emoción y la maravilla de los primeros exploradores y aventureros de la Cueva, hace mucho tiempo.

A medida que completa su descenso, prepárese para un momento de inquietante calma, oscuridad total y completo silencio, dando paso a una repentina inundación de luz dentro de la majestuosa cúpula de la cueva que parece una catedral. La fuerza de la naturaleza que es la estalactita más grande de Europa toma el centro del escenario: una vasta estructura que se extiende desde el techo de la cueva, captando la luz, reflejando colores y detalles como una enorme araña de cristal ornamentada. Este espectáculo tiene 7,3 metros de largo y pesa alrededor de 10 toneladas. Una experiencia inolvidable.