Internacionalmente conocido por su famoso Derby, Kentucky es un estado de la Unión Americana que ofrece mucho más que carreras de caballos, aunque para muchos aficionados no hace falta nada más. Kentucky se divide en 5 zonas geográficas: centro o de los Pastos azules; centro-norte, del bourbon, los caballos y el río; centro-sur, de las cavernas y los lagos; este, o región de Daniel Boone y oeste o del blues y los asados (barbecues).
El Derby que se lleva a cabo en la ciudad de Louisville, en la región centro-norte, es uno de los ejes de la vida turística y cultural de este lugar. Cada año, el primer sábado de Mayo, los conocedores viven “los dos minutos más emocionantes del deporte”, como se le ha calificado a la carrera en la que participan ejemplares pura sangre de 3 años de edad. Esta competencia forma parte del Festival del Derby de Kentucky, que dura dos semanas y durante el cual se realizan todo tipo de exhibiciones y actividades relacionadas con la crianza y entrenamiento de estos majestuosos animales.
Kentucky ofrece una variada gama de posibilidades además del Derby. Una de las principales atracciones turísticas es el Bourbon Trail, un recorrido por las 6 principales destilerías de bourbon, la única bebida alcohólica característica de los Estados Unidos y que tiene su principal zona de producción en este estado. A los habitantes de la zona les gusta mostrar que la destilería es más que una industria. Ellos afirman que es tradición y herencia de las generaciones pasadas.
Terminado el recorrido por las destilerías, los guías le acompañarán por el recorrido de los mejores bares de bourbon y se encargarán de que, después de probar cada uno de ellos, los visitantes lleguen sanos y salvos a sus hoteles.
El estado conocido como del “pasto azul” por la particular coloración de los prados de la región, se enorgullece de su tradición granjera y ha desarrollado el Agriturismo, actividad que involucra a los visitantes en las vendimias dentro de los viñedos, por ejemplo, o la recolección de otras frutas como la sandía. El lema es “ensúciese y trabaje tanto como quiera” y si el turista no quiere entrar en los sembradíos, puede contentarse con caminar por los senderos de hiking y comprar productos orgánicos en las tiendas de las granjas. Es un recorrido que los niños disfrutan particularmente, además de aprender de dónde proviene el alimento que toman diariamente. Después de una tarde de jugar en la tierra, bajo el sol, llegar al hotel a disfrutar la alberca es una de las más emocionantes actividades.