El Bosque Nacional de Coronado comprende un área de 700 mil hectáreas que se extienden desde el sureste de Arizona al suroeste de Nuevo México. Este sitio alberga 12 cadenas montañosas, también conocidas como "islas del cielo" las cuales llegan a medir casi 3,300 metros de altura. Escápate de la rutina en la ciudad y explora la vida silvestre de la región.
Si tienes mucha energía, elige entre una serie de actividades, como paseos a caballo o ciclismo de montaña. Pasea en bote o nada en uno de los cinco lagos de la zona. Con más de 1,700 kilómetros (1,100 millas) de senderos, que varían ampliamente en entorno ambiental y nivel de dificultad, este es el lugar ideal para salir de excursión. Camina a través de la vegetación, respira el aire fresco de la montaña y admira la vida salvaje. El Bosque Nacional de Coronado es hogar de más de 500 especies nativas.
Acampa con tu familia en uno de los lugares distribuidos en ocho áreas naturales designadas en el bosque. Si quieres una experiencia más rústica, acampa en una de las arboledas sin caminos y déjate llevar por la tranquilidad.
Relájate y disfruta un almuerzo en el área de día de campo en el cañón Madera (Madera Canyon), situado en las montañas de Santa Rita. Si te gusta escalar en roca, dirigete al Santa Catalina Ranger District. La Cueva de ónix y la Cueva de las campanas en las montañas de Santa Rita ofrecen un fascinante vistazo al ecosistema subterráneo de la zona. En invierno puedes practicar esquí o snowboard en el Monte Lemmon, a las afueras de Tucson, sede de la estación de esquí más al sur de los Estados Unidos.
El Bosque Nacional de Coronado se ubica a una hora de Tucson en coche. En contraste con las sofocantes temperaturas de los desiertos cercanos, el clima de los bosques es templado. Las cumbres de las montañas a menudo están cubiertas de nieve, incluso en verano. Es recomendable que traigas ropa de montaña para soportar las bajas temperaturas, y si vas de excursión, usa zapatos resistentes y lleva mucha agua.