Quedamos a la hora acordada, pero nos hicieron el chek-in muy rapido casi sin explicaciones porque tenian un problema en otra casa. En la cocina habia un fuerte olor a tomate, seguramente de los antiguos inquilinos que consguimos quitar con los dias. Tuvimos un pequeño problema con el uso del A.A y el pago extra de consumo de electricidad pero conseguimos solucionarlo gracias a Antje. Natalia, la propietaria, estuvo pendiente en todo momento de nosotros. La casa es grande, comoda y muy luminosa, tiene de todo. La piscina privada, muy privada ;-) y las vistas espectaculares, nada de ruido y mucha paz.