“Alfredo nos dio la habitación "amarilla", la más grande de la casa. Era una pasada total, nunca había tenido una habitación así, menudo tamaño (38 m2)! Y el jardín era enooooormeeeee, nunca me hubiese imaginado al caminar por la calle que al otro lado de los muros habría un jardín tan enorme perteneciente a una sola casa.
Si el jardín es super llamativo, la casa, del S. XVII, es absolutamente espectacular, vaya alucine. Me hacía trasladarme a otra época.
El desayuno se sirve de 9 a 11 horas……