"El Hotel Equinoccio es un lugar hermoso frente al Lago Coatepeque. Desde el primer momento encontramos un espacio limpio, cuidado y con un ambiente especial. Pudimos participar en la ceremonia del Equinoccio de otoño, organizada por el hotel, que fue algo muy lindo y significativo. También vivimos una experiencia distinta con Juan López, barista del hotel, quien nos ofreció una demostración de café excelente, explicada con detalle y pasión. La comida y las bebidas siempre salían a tiempo, bien preparadas y con muy buen sabor.
Al final, lo que marca la diferencia son las personas: quiero resaltar el trabajo de Eduardo, siempre atento y servicial. Además, la estadía incluye el desayuno y las actividades acuáticas como el kayak, lo cual añade mucho valor.
Si hubiera algo que recomendar para mejorar, sería tener un itinerario visible de las actividades tal vez en una pizarrita en el vestíbulo, sería un detalle muy útil para los huéspedes.
Definitivamente, un lugar al que me encantaría regresar."