“Hemos pasado tres noches con nuestro perrito y nos vamos con muy buen sabor de boca. Se trata de un negocio familiar donde se dejan el cuerpo y alma. La habitación es modesta, pero está limpia. El desayuno, ya lo quisieran tener en otros grandes hoteles: variado, casero, abundante. Tienen un restaurante que ofrece una calidad y unas vistas increíbles. Aparcamiento para huéspedes en las instalaciones. Sin ninguna duda, volveríamos a elegirles en un futuro para una estancia en O Grove. ”