Si alguien me preguntara a qué voy a Hidalgo respondería sin pensar: ¡a comer! Tanto en su capital, Pachuca, como en los alrededores, la oferta gastronómica de Hidalgo es una de las mejores de México. Aquí se pueden encontrar platillos típicos como la barbacoa o los mixiotes, basados en diferentes tipos de carne y diferentes condimentos, pero que son horneados en hoyos excavados en la tierra (“barbacoa de hoyo”). Manjares prehispánicos, como los escamoles, huevos de las hormigas rojas preparados en diferentes estilos. O los tradicionales pastes, empanadas de relleno dulce o salado que fueron llevadas al estado por los inmigrantes ingleses que trabajaban en las minas de Real del Monte.
Claro que después de pensarlo un poco más, añadiría que en Hidalgo se encuentran algunos de los mejores hoteles-hacienda del país, inmejorables para descansar alejado de los problemas de las grandes ciudades y con servicios de spa al nivel de los más profesionales en el mundo. Para los que les gusta pueblear, Real del Monte y Huasca de Ocampo son inmejorables opciones. Se trata de Pueblos Mágicos, una categoría mexicana que incluye a ciudades pequeñas y tradicionales, donde se pueden comprar artesanías, ir a los mercados y asistir a las festividades locales para apreciar el colorido. En un estilo menos pacífico de vacacionar, se puede visitar la Hacienda San Miguel Regla, cercana a peñascos y montes donde practicar la escalada en roca, el rappel y la tirolesa. Para estar en total contacto con la naturaleza, es indispensable una visita a los prismas basálticos, formaciones de ese material de más de 30 metros de altura, que son bañadas por las aguas de las presas Azul y San Antonio Regla. El espectáculo es impresionante desde la base de los prismas y desde las alturas, que se puede observar viajando en un globo aerostático. El senderismo es una de las principales actividades de los visitantes y a mucha gente le gusta acampar cerca de los prismas, para dormir arrullados por el rumor de las aguas cayendo. Este estado del centro de México posee también bosques tupidos, donde se puede disfrutar de una atmósfera casi fantasmal cuando baja la niebla. Asegúrense de verificar el clima en la temporada que elijan para visitar, porque Hidalgo puede sorprendernos con algunas temperaturas muy frías.